En medio de un mundo realizado de incertidumbre y desafíos, encontramos en el Salmo 91 un faro de esperanza y consuelo.19 No permitas que mis traicioneros enemigos se diviertan a mi costa, no permitas que los que me odian sin motivo intercambien miradas de desprecio.Este salmo es una emplazamiento a la Equidad divina en situaciones de persecución